Fumar cigarrillos y el cáncer
Esta afirmación es tan
válida hoy en día como lo fue en 1982. Debido a que el fumar cigarrillos y el
consumo de tabaco constituyen un comportamiento adquirido, un comportamiento
que el individuo decide poner en práctica, fumar es la causa más evitable de
muerte prematura en nuestra sociedad. Se calculó que el uso del tabaco causaría
430,700 muertes en los Estados Unidos durante el 2002. Unos 46.5 millones de
adultos (26% hombres, 21% mujeres) eran fumadores en el 2000. Los cigarrillos
matan a más personas en los Estados Unidos que el alcohol, los accidentes
automovilísticos, los suicidios, el SIDA, los homicidios y las drogas ilegales.
Imagen: Unocero
Fumar y la salud
El fumar cigarrillo es
una de las principales causas de cáncer del pulmón, laringe, cavidad oral,
faringe y esófago, y contribuye al padecimiento de cáncer de la vejiga,
páncreas, cuello uterino, riñón, estómago y algunos tipos de leucemia.
Aproximadamente el 87% de las muertes por cáncer del pulmón se debe al fumar.
El cáncer del pulmón es uno de los cánceres más difíciles de tratar, porque es
muy difícil detectarlo cuando se encuentra en su etapa más temprana y tratable.
Afortunadamente, el cáncer del pulmón es, en gran medida, una enfermedad
evitable. Los grupos que defienden el no fumar como parte de su religión, como
los mormones y los adventistas del séptimo día, tienen tasas mucho menores de
cáncer del pulmón y de otros cánceres asociados con el fumar.
El fumar es una de las principales causas relacionadas
con enfermedades cardíacas, bronquitis, enfisema y derrame cerebral, además de
contribuir con la severidad de los resfriados y neumonia. El tabaco tiene un
efecto perjudicial en la salud relacionada con la capacidad reproductora de la
mujer y está asociado con un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro,
parto de feto muerto y muerte del bebé, además de ser una causa de que los
bebés presenten bajo peso a la hora de sus nacimientos.
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